Vidas pasadas y el alma gemela:
Conectar con alguien como seres humanos muchas veces puede ser una tarea un tanto complicada. A lo largo de nuestro camino siempre vamos a encontrar personas tan distintas como iguales a nosotros.
Somos seres en constante cambio, hoy tenemos un gusto y quizás ya mañana tengamos otro, por ello, el conectar con alguien no es sólo "ser amigos", compartir una canción o incluso ser hincha del mismo equipo de fútbol.
Conectar con alguien va más allá del alma, va más allá del propio entendimiento. Porque cuando logras esa conexión ni el más grande de los filósofos podría explicar el por qué de lo que sucede.
Y es que, siendo tan distintos e iguales nos conectamos de mil y formas, algunas pueden ser cursis y otras pueden no ser muy ortodoxas, pero lo que importa es que después de ese "click" nuestra vida no será igual, quizás ese vacío que sentíamos en el corazón se vaya llenando.
Porque siempre vamos a necesitar del otro, no podemos llenar nuestros propios vacíos. Y cuando encontramos a esa persona que nos traspasa el alma, siempre pensamos: "Ojalá y sea eterno", pero como dirían las abuelas: "El único que sabe es Dios".
Y justamente eso me pasó a mí... durante mucho tiempo traté de llenar mis propios vacíos, pagar mis propias deudas y querer ser mi propia alma gemela. Hasta que un día, sin previo aviso y con mucha delicadeza el destino, la vida, Dios o cómo tú le quieras decir llegó a mi vida aquello que tanto necesitaba pero que no sabía.
Sí, llegó a mi vida: "Mi alma gemela". Y podrás decir: "Tienes sólo 24 años, tienes una vida por recorrer", sí, puede que tengas razón pero también hay algo que me dice que esa persona va a estar conmigo hasta el último día que este en la tierra.
Que esa conexión va más allá de la amistad, de lo mortal, incluso va más allá de lo terrenal. Porque amigos siempre vamos a tener, familia siempre vamos a tener pero un alma gemela... es quizás lo más difícil de tener en la vida.
Luego de muchos años entendí que, este concepto de almas gemelas trasciende lo romántico que nos han pintando en las películas. Ese romanticismo (a veces) enfermo que nos hace buscar a "nuestra media naranja" cueste lo que cueste, y sino lo encuentro no soy feliz.
La vida constantemente va cambiando y la vida que tenía hace 20 años no es la misma de hace 10, incluso ni siquiera es la misma de hace 5, sin embargo, mi única constante durante los últimos 12 años ha sido esa persona.
Por cientos de motivos que, muchas veces no entendía peleaba con la vida porque le decía: "Y sí somos almas gemelas, por qué carajo no estamos juntos?" Y llegó a mi vida la respuesta en forma de película, con ustedes: "Past Lives", de Celine Song.
Y fue cuando la terminé de ver, que pude entender todo lo que no había entendido antes. Existen las almas gemelas, pero eso no significa que tenga que existir una unión permanente entre ellas, pueden hacer sus vidas separados y aun así estar unidos por ese hilo invisible que de alguna u otra forma los va a conectar siempre.
Que pasarán los años pero siempre habrá una canción que los vuelva a unir, que ese amor romántico de película se disipó y lo que quedó fue un sincero y puro amor. Sin intereses, sin ansiedades, sin dolores.
Quizás por eso yo hoy escribo estas líneas, entendiendo por fin el camino que debo seguir, y que a veces duele porque no lo entiendes. Sin embargo, alguien dijo una vez: "Ama hasta que duela, y cuando duela ama más".
Espero algún día volver, mirarte frente a frente y decirte todo lo que hoy aquí está escrito, que pasaron los años y seguimos siendo iguales: 2 personas que un día se conocieron y nunca más se separaron. Que a pesar de las inmensas diferencias, son más las cosas que nos unen, que cuando tú digas negro, yo siempre voy a decir blanco.
Así fuimos, así somos y así seremos... almas gemelas que se encontraron en cientos de vidas pasadas. ❤️